Apoyar a niños y niñas con dislexia desde casa puede marcar una gran diferencia en su aprendizaje. No es necesario contar con materiales costosos: muchas veces, lo más efectivo son recursos adaptados a su ritmo y forma de aprender. Carteles visuales con palabras clave, juegos de rimas o tarjetas con letras móviles son herramientas simples que refuerzan la conciencia fonológica. También es útil leer en voz alta con ellos, subrayar textos con colores y permitir pausas frecuentes. El entorno debe ser paciente y estimulante, celebrando cada logro sin presionar, para que el niño se sienta seguro y capaz.